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Observatorio Global sobre Convivencia

Economía

Un salario a cambio de nuestros datos

Victoria Toro. Nikolaos Laoutaris. IMDEA Networks Institute

Los datos y la economía derivada de ellos son el motor de la cuarta revolución industrial. Pero en este sistema, hay un importante actor que no recibe nada de los enormes beneficios que genera la actividad: las personas que proporcionan esos datos. Solo en algunos casos, los humanos generadores de datos reciben por ellos una escuálida compensación en especie: servicios online gratuitos.

La idea de una economía basada en que los generadores de datos cobren por cederlos a las compañías fue propuesta por el científico y artista Jaron Lanier en su libro “Who Owns the Future”. El Doctor en Ciencias de la Computación, Nikolaos Laoutaris, desarrolla esa idea en la revista científica “IEEE Internet Computing” y explica que él y su equipo del Instituto IMDEA Networks, de Madrid, trabajan en la construcción de los algoritmos, los sistemas y el software para lograr que la compensación económica por los datos sea una realidad.

Un pago monetario adecuado sería la solución para algunos problemas graves a los que vamos a enfrentarnos como sociedad en un futuro inmediato. Qué cada persona reciba una compensación económica por los datos que produzca sería una alternativa a la recepción de un salario por la mano de obra, cuando en el futuro buena parte del trabajo sea realizado por máquinas.

Dado que la recolección de datos es en la actualidad gratuita, las compañías recogen todos los que están a su alcance sin discriminación y sin saber si les serán útiles o no. Si tuvieran que pagar por ellos, existiría discriminación, ya que solo recopilarían aquellos que fueran a ser aprovechados: El pago por los datos ejerce una presión económica sobre las compañías para que apliquen el principio de minimización.

Pero, no solo eso, la remuneración a cambio de los datos abocaría a la transformación a compañías “parásitas” que en la actualidad recopilan listas de cualquier cosa, servicios estos que provocan enormes riesgos para la privacidad. Proporcionar compensación económica por los datos permitirá a las compañías de internet adquirir datos de mayor calidad. Esos mejores datos aumentarían sus ingresos porque permitirían ofrecer una mayor utilidad para sus usuarios. La idea de pagar por los datos ya ha captado el interés de algunos de los líderes del sector como Elon Musk, Mark Zuckerberg y Bill Gates.

La transición hacia un sistema en el que el pago por los datos sea obligatorio no es sencilla pero es posible: sentar sus bases y lidiar con los desafíos de escalabilidad en el cálculo de los pagos es solo la punta del iceberg en el camino para hacer realidad una economía de datos centrada en el ser humano.

Pero se trata de una opción. Se necesita un pequeño número de visionarios conscientes de los beneficios del nuevo enfoque, que lo usen como elemento diferenciador frente a sus competidores. Si tienen éxito, habrá más empresas que adopten esta práctica y se convertirá en un sistema común.