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El calor de la Tierra

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En Quaise, una empresa fundada por ingenieros del MIT, Massachusetts Institute of Technology, han desarrollado un taladro de energía dirigida que puede llegar a perforar la Tierra hasta 20 kilómetros, una distancia imposible de alcanzar con perforadoras mecánicas.

Paul Woskov, uno de los cofundadores de Quaise, ha creado un sistema de perforación usando un girotrón. El aparato, derivado de los tubos de vacío, utiliza un haz de electrones que se amplifica en cavidad hueca de resonancia. Dentro hay un campo magnético que acelera los electrones, amplificando la energía. El resultado es que el haz de energía que sale del taladro es capaz de atravesar cualquier roca.

El centro de nuestro Planeta es una esfera de níquel y hierro, (magma) que puede llegar a estar a 1200 grados centígrados de temperatura.

La energía geotérmica se obtiene mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra y se emplea para generación eléctrica, calefacción, agua caliente sanitaria, refrigeración por absorción y bomba de frío geotérmica, generación de hidrógeno...

Ya no es preciso estar encima de una fuente de magma cercana a la superficie de la Tierra para producir energía geotérmica, como sucede, por ejemplo, en Islandia, sino que basta con llegar a 20 kilómetros de profundidad en cualquier parte del mundo para obtenerla de forma limpia, renovable y a un coste muy reducido.

En Islandia, país en el que más del 65% de la energía consumida es geotérmica, el coste promedio mensual de una factura que incluye electricidad, calefacción y agua caliente suele estar por debajo de los 25 €.

Desde Quaise indican que para dejar de alimentar con carbón, petróleo o gas natural las centrales térmicas tradicionales, es posible construir en su entorno infraestructuras para poder acceder a capas geológicas con altas temperaturas. Primero se usarían sistemas de perforación mecánica para llegar a los cinco kilómetros de profundidad, algo habitual en la extracción de combustibles fósiles y en ese punto se pasaría a emplear un taladro de energía dirigida.