The spanish deal
¿Hay una España socio-económico-cultural? ¿Tienen mucho que ver entre sí el País Vasco y Andalucía?
¿Existe, hoy, una España económicamente soberana, o ya es más soberana Bruselas que Madrid?
¿Si el multilateralismo económico que se perfila es el de EEUU, China, Europa, Rusia, Japón, Brasil, India... donde se encuentra España?
Si las grandes empresas españolas están, como todas, mayoritariamente infiltradas por inmensas cantidades de capital, en ocasiones difuso, procedente de los mercados globales y sus consejeros resultan ser sumamente independientes respecto a los designios del Estado de referencia. Si el Euro y Schenguen han de ser irreversibles. Si el idioma económico en España, como en todas partes, es el inglés y los sindicatos españoles tratan de articular su acción con todo eso... Entonces, el gran pacto que en el País se necesita para su prosperidad no puede ser ya político, ni económico sino ciudadano y lo que es más interesante, por obvio: ni los políticos, ni los empresarios, ni los agentes sociales españoles y sus respectivos satélites pueden ya dinamizarlo. Que se dediquen a intentar administrar razonablemente, sin intoxicar el clima social con chivateos vanos y sin corromperse.
Esto es la posmodernindad económica, un proceso de deconstrucción necesario para el cambio económico planetario que, sin garantías de justicia, nos decían que se iba a producir. Aunque también nos dijeron que podía descarrilar y eso es todavía peor.
El homo económicus, o por ejemplo y dicho de otro modo, la gente acuciada que deambula por la España del Rocío, la Feria de Abril, Las Fallas, San Isidro o los San Fermines tiene que olvidarse de la champion league de la economía e ir con responsabilidad, honradez y orgullo a por el top ten en la clasificación del indice de desarrollo humano, (local, provincial, autonómico, estatal, europeo y mundial). Yes, it can.
Lunes 25 de junio 2012