Mejor la Humanidad
Sintéticamente: nación viene de nacer; país añade dimensión geográfica; pueblo antropológica; sociedad es su estructura organizacional. Estado: la administración del pro común. Patria viene de Padre pero su género suele ser femenino. Una suerte de andrógino simbólico.
Patria es un sentimiento.
Para un humanista es la Humanidad; pero, signifique lo que signifique para quiénes sea, puesto que es un sentir de lo colectivo vivido en lo singular, ha de ser reconocido como fundamento.
Patria es un contenido profundo que se desplaza y se llega a fundir con Nación, País, Pueblo, Sociedad, Estado.
Un estado se puede permitir ceder soberanía, una patria no se deja. A nadie se conoce que postule el proyecto europeo como una federación de patrias.
A los patriotas no humanistas que quieran Europa les espera un desgarro, ya que su sentimiento patriótico permanecerá seguramente anclado mientras que el ámbito colectivo de aquel tendrá que ir extendiéndose necesariamente a la Europa que quieren. En la medida en que ese proceso vaya culminando no habrá cesiones soberanas.
Hay una tristeza por doquier en Europa, que no es consecuencia de la crisis si no que es un duelo.
Al trajín del más Europa como salida hacia adelante ante la encarnizada contienda global de intereses que nos ocupa, vemos como esos mismos o parte de ellos responden reactivamente con variadas posiciones tardo-estatalistas unas y neo-independentistas otras. Es por muchas cuestiones, pero aquí decimos que es por resistencia al duelo y siempre por poder y dinero ya.
Un europeista que reivindique otro estado soberano está abriendo una zanja para volverla a rellenar.
Alejados algo de aquel “siglo XX del horror máximo”, una patria europea tonificaría, de ser una emoción prevalente en los ciudadanos, a naciones estados, países, pueblos y sociedades de su tiempo, como hoy las naciones, países, pueblos y sociedades, son tónicamente compatibles con sus estados, en cada caso. A no ser que el conflicto de poder distorsione o quiebre la convivencia y/o razones y/o torpezas de políticos y jueces conviertan a estos en enemigos de aquello que administran.
Apenas nadie en Europa cuestiona , hoy, la libertad identitaria de nación, país, pueblo, o sociedad alguna. De todos modos: mejor la Humanidad.