Entre todos
Hace ya algunos años, quienes aportan la línea editorial de esta publicación condujeron un espacio de opinión sobre temas de convivencia en un relevante medio. El experto columnista concluía casi siempre su reflexión con la afirmación siguiente: “entre todos”.
Lo contrario, sin embargo, era lo que venía acaeciendo; las consecuencias son, hoy, las severas dificultades de muchos. No obstante, las actuales circunstancias, de sobra conocidas, al menos por sus efectos, han precipitado algunos cambios y ahora son más los que hablan más entre sí y se coordinan algo más.
La globalización, que es la condición técnica del mercadeo mundial, o dicho con palabras nobles, del intercambio mundial de bienes y servicios, ha sido implementada con escasa conciencia de lo universal.
Si el hombre no es lobo para el hombre, y en la dimensión identitaria es el sentido de humanidad el que reina, podremos seguir consiguiendo dinero sin tanto sobresalto, sin tanto sufrimiento. Para ello la educación es clave.
Desde antes de la cuna a antes de la despedida, desde la crianza a los procesos formativos elaborados con criterios dinámicos. Desde la familia, la escuela, la formación profesional, la educación superior, las organizaciones, el tejido social próximo, los medios de comunicación...
Los procedimientos de transmisión de conocimientos desde el ejemplo del respeto como condición esencial para la comunidad y cada uno de sus partícipes, brindan verdaderas oportunidades de bienestar, prosperidad y progreso.
Pero un procedimiento es un método, no un don.