Conversando con Jaime Lanaspa Gatnau
Director General de la Obra Social de la Caixa. (2013)
Convivir.info: ¿lo que venimos denominando como “la crisis”, tan poliédrica y las reformas de los sistemas financieros como una de sus consecuencias, reordenaron o están reordenando las prioridades de la Obra Social de La Caixa?
Jaime Lanaspa: Más que reordenar, lo que se ha hecho es intensificar la tendencia en la que estábamos. En 2004, en la Obra Social se produjo un cambio de orientación, el cual se conoce más interna que externamente. La labor social que históricamente había estado centrada en temas educativos y culturales, tenía ya, al respecto, bastante peso y se pensó que había que intensificar los temas sociales. Dicho impulso se formuló con una expresión, “Menos kandinsky y más Alzheimer”, que ha permitido visualizar lo que en 2004 denominamos giro social.
Entre 2004 y 2008 los presupuesto crecieron de manera relevante cada año, por lo cual, sin menoscabo de las actividades culturales y científicas, pudimos ir intensificando las actividades sociales: una anticipación muy afortunada. Los grandes programas sociales, hoy activos, nacen en esa época y algunos son de gran importancia como el “Caixa Pro-infancia”.
“Pro-infancia” tiene como objeto tratar de eliminar la pobreza infantil en familias en situación de cuasi-marginalidad o precariedad en las 10 primeras ciudades españolas. El objetivo de “incorpora” es facilitar la integración laboral de las personas en riesgo de exclusión o con una discapacidad física o mental, de edad, dificultades por procedencia, a causa de la violencia...
Por decirlo de manera coloquial, La “consigna” que nos ha transmitido nuestro Presidente del Patronato, “no dejar a nadie colgado”, hace que mantengamos las convocatorias de ayudas de entidad social. Desde 2008 estos programas han sido reforzados. Tenemos cientos de iniciativas en todo el país. C.I: Hablemos de los microcréditos, una iniciativa en línea con los programas de integración laboral e inclusión...
J.L: La integración laboral supone facilitar el acceso al empleo a personas de colectivos frágiles y microcréditos lo que hace es facilitar el autoempleo y los pequeños negocios “en los que tú eres el patrón” y eso está funcionando muy bien.
MicroBank, es la filial de La Caixa que gestiona los microcréditos. Es un banco con todas las de la ley, jurídicamente independiente de la obra social, respecto a la que funciona en paralelo. MicroBank tiene tres tipos de actividades financieras: microcrédito social, microcrédito financiero y el préstamo o ayuda a familias.
La ayuda familiar son prestamos de importe muy modesto que tienen como objeto temas que surgen en la vida familiar, desde adaptar una casa a una persona que se ha hecho mayor o para repatriación familiar de un inmigrante que ya se ha establecido en el país y necesita un préstamo para poder traer a su familia o incluso una ayuda al hijo que ha acabado una carrera y que necesita un curso inicial para establecerse. Es decir, cubre cualquiera de las facetas que aparecen en la vida de una familia.
El microcrédito social, es un préstamo bastante arriesgado a una persona con dificultades objetivas, con nulo acceso al sistema convencional del mercado crediticio, sin ninguna garantía adicional y que necesita un préstamo para establecerse.
El microcrédito financiero está más centrado en la empresa que en el autoempleo, es más bien para montar un micro negocio, desde una floristería, a una lavandería o a un servicio de reparto de comida a domicilio. Éste microcrédito es el que más empleo genera, recordemos que por cada microcrédito de esta naturaleza hay dos empleos que se crean. No solo ayuda a quien pide el crédito, sino también a los que se emplean gracias a ese crédito.
C.I: ¿Y el desarrollo de Pro-infancia?
J.L: la Obra Social de La Caixa viene reflexionando sobre temas sociales relevantes. Hablando con personas enteradas, con instituciones que llevan años trabajando a favor de la sociedad y tropezamos con el tema de la pobreza infantil. En España y en otros países desarrollados, sigue existiendo la pobreza infantil hereditaria. Hay niños que, según donde nazcan, tienen muchas posibilidades de, habiendo nacido pobres, vivir pobres y morir pobres. No se trata, pues, de pobres individuales: La pobreza hereditaria es la de la familia pobre de solemnidad. Ante ese fenómeno, se decidió implantar un programa de lucha contra la pobreza infantil, centrada, sobre todo, en la palanca de la educación.
Trabajamos en áreas, en red con entidades de cabecera, coordinadoras principales del programa que, a su vez, trabajan en red con otras entidades de segundo nivel que llegan a todos los rincones. Hay un promedio de cuatro entidades de primer nivel por ciudad seleccionada. De segundo nivel hay cerca de 500 entidades en toda España. Así , es posible llegar a las personas concretas que necesitan ayuda, coordinarse con los servicios sociales de los ayuntamientos, que dan apoyo perentorio en casos de niños pequeños, incluso alimenticio, si hace falta y luego, preferentemente, proporcionar ayuda escolar, refuerzo escolar, apoyo psicológico, colonias veraniegas, equipamiento escolar, mochilas, libros o gafas. Hay familias que no pueden permitirse unas gafas para un chaval. Pro-infancia tiene por objeto tratar de eliminar la pobreza hereditaria gracias a los resultados que hipotéticamente acabará dando la educación y facilitar un futuro de educación para esos niños.
La pobreza tradicional siempre ha sido la individual. Había personas pobres que vivían más o menos marginalmente y sobrevivían como podían, algunas sin domicilio. Las sociedades en desarrollo son como aldeas ricas en las que hay trabajadores pobres y familias pobres que, aún con dos sueldos, lo tienen difícil para llegar a fin de mes y sí, además, falla alguno de los sueldos, sobre todo habiendo hijos, pueden caer. Eso ha pasado con esta crisis: familias que estaban justo en el umbral de la pobreza, que tenían para vivir dignamente y que al faltar trabajo están encontrando serias dificultades para alimentar a los hijos. España da para que nadie pase hambre. Lo importante es que seamos capaces de organizarnos y que así sea.
C.I: la sensibilización, el cambio de actitudes, son condición y efecto de cualquier transformación social. Nos gustaría conversar sobre eso.
J.L: Creemos mucho en la prevención, casi en cualquier tema hacemos prevención: contra la violencia, contra las drogas... La prevención es probablemente lo más inteligente, rentable y civilizado que se puede hacer en casi cualquier tema. La prevención requiere pedagogía, atención, sensibilización. Por ejemplo, “Historias con alma” es un programa de sensibilización que pretende transmitir lo que hacemos en la Obra Social a través del relato, en primera persona, de gente vinculada a nuestros programas sobre enfermos terminales, pobreza infantil, ocupación para colectivos que tienen pocas oportunidades, personas mayores... Las personas mayores han cambiado, sin embargo su valoración social sigue un poco anclada en el pasado. Hoy, la gente mayor sirve para cuidar a los nietos y les encanta hacerlo o no, pero, además pueden ser activos y realizar muchas otras cosas. En cuanto a los temas de integración de la inmigración participamos con un enfoque intercultural, que nos atrevemos a denominar como el modelo español de la integración.
El enfoque que queremos en la Obra Social y que defendemos como español, realiza una gestión de la diversidad encaminada a crear una sola sociedad, un solo pueblo, diverso, con distintos orígenes, con diferentes sentimientos de procedencia, pero con un sentimiento común de pertenencia a un barrio, a un país, a una sociedad, en donde se respeten los códigos básicos en cuanto a derechos y deberes y en donde sea posible que las personas podamos sentirnos varias cosas a la vez.