Bill Gates
Presidente de la Fundación Bill & Melinda Gates
Entrevista: Brent Schlender.
Brent Schlender. ¿Cuál es el hilo conductor de todo lo que hace?
Bill Gates. Pienso que son dos, uno es que me gusta aprender nuevas cosas. Siempre me ha gustado ver o leer cosas novedosas o meterme en campos profundos donde hay científicos brillantes. Pero, sobre todo, cosas que pueden ser la llave para el cambio del estado del mundo. Tanto, si es soñando en lo que un ordenador personal o un gran producto software puede llegar a ser, como soñando en como una vacuna para la malaria puede salvar la vida de muchos niños y transformar la productividad de algunas zonas de África: eso es, realmente, innovación. Por ello me encanta mirar al pasado y ver el gran papel que han tenido las innovaciones.
Es asombroso observar como el marco en el que existimos ha cambiado tanto gracias a las innovaciones. Es verdad que nos hemos encontrado con muchos callejones sin salida, con mucha falta de realismo a la hora de predecir que acontecimientos ocurrirían, pero, aun así, una mágica combinación del mercado y la investigación ha hecho que estos últimos 200 años hayan sido bastante especiales. Puedes coger algunas de esas cosas, lograr que se muevan más rápido y hacer que sean beneficiosas para la gente más necesitada. Ya que el sistema, de forma natural, suele dar, al respecto, respuestas bastante pobres.
B.S. Denos algunos ejemplos de áreas en las que el mercado no haga tan buen trabajo como debiera promoviendo la innovación.
B.G. Daré tres ejemplos: Uno es la tecnología energética, como la nuclear. No vas a tener mucha gente pagando dinero cuando los retrasos, los problemas con los residuos, el tiempo para tener algo hecho es más largo que el propio camino. Es más largo de lo que la gente es capaz de esperar para recuperar su capital. Es poco claro. Supón que tienes un nuevo diseño ¿Estarás vivo para cuando se termine de aprobar? A muchas personas les gusta trabajar en cosas que se desarrollan mientras aún están vivas. Sobre todo si tienes un concepto de la vida poco religioso como yo. Por lo tanto, la falta de inversión en este campo es comprensible.
Un segundo ejemplo son las enfermedades. Si la enfermedad aparece en el primer mundo, vendes los medicamentos para los consumidores del primer mundo. Financias la I+D. Entonces tienes diferentes escenarios de precios y hay medicinas baratas, al mismo tiempo o a lo largo del tiempo, para todas las personas del mundo. Esto fracasa si la enfermedad no se da en el primer mundo. La malaria es un gran ejemplo, porque ha sido eliminada. Hubo malaria en EEUU y en Europa pero nos deshicimos de ella. En esas zonas climáticas, con un poco de DDT es posible deshacerse de la malaria. En las zonas tropicales, esas herramientas por si solas no funcionan y ningún trabajo se ha focalizado en esto. Cuando nuestra fundación concedió los primeros 50 millones, nos convertimos, de lejos, en los mayores inversores en la investigación de la malaria. Algo que mata millones de niños al año. Gastar el 10% de lo que se gasta en disfunción eréctil, a lo mejor, sería un buen trato para el mundo, pero el mercado no estaba mandando esa señal.
Y finalmente, la educación, un gran sector de la economía, en donde si alguien es un gran profesor, lo puede ser porque dispone de una técnica, facilitada por la tecnología o puede serlo gracias a su desarrollo singular. En educación no existe la capacidad para identificar la mejor práctica y para transferirla a otras personas. La industria naval invierte el 18% en I+D, la industria biológica invierte el 14% … Pero, ¿cuanto se invierte en educación, principalmente a través de impuestos? ¿cuál es el porcentaje en I+D en esa industria? En barcos nunca dirías que alguien que hacía barcos en 1860 era mejor que alguien en 2014. En educación, si digo que el mejor profesor de matemáticas era un tipo que enseñaba matemáticas en 1860, no se me puede contradecir. Es potencialmente verdad. Por supuesto, no tenemos ninguna unidad para medirlo, lo que muestra lo poco desarrollado que está ese campo.
Por cortesía de Ashoka.